En conmemoración del 794º aniversario del histórico desembarco del Rei en Jaume, tuvo lugar en Calvià un acto que reunió a la comunidad en torno a esta significativa efeméride. El alcalde del municipio, Juan Antonio Amengual, tomó la palabra en el evento llevado a cabo en la Cruz de Santa Ponsa, destacando la importancia del libre pensamiento y la responsabilidad de preservar la veracidad histórica.

El evento contó con la presencia del pregonero de este año, el afamado chef galardonado con dos estrellas Michelin, Fernando Pérez Arellano, quien compartió su gratitud hacia Calvià y reflexionó sobre su trayectoria personal y profesional.

En su discurso, el alcalde Amengual expresó su agradecimiento hacia los empleados públicos y la colaboración de los vecinos en la reciente gestión de las consecuencias del temporal que afectó a la localidad. Resaltó la labor conjunta de diversos cuerpos como la Policía Local, Calvià 2000, la Brigada de Mantenimiento, Protección Civil, la Guardia Civil y los Bomberos de Mallorca, que permitieron una rápida recuperación del municipio.

Amengual centró su mensaje en el valor del libre pensamiento y la importancia de no imponer ideas sobre la interpretación del pasado. Hizo hincapié en que las ideas individuales son respetables, pero la Historia debe ser compartida y comprendida por todos, sin manipulaciones que se ajusten a intereses personales.

En referencia a la conmemoración histórica, el alcalde manifestó: “Hoy celebramos la Historia que nos une. Miramos al pasado con respeto y con orgullo, con la intención de asimilar, comprender y aceptar lo que somos y de dónde venimos.”

Fernando Pérez Arellano, en su discurso como pregonero, agradeció a Calvià su papel en su desarrollo personal y profesional, destacando su ascenso en el mundo culinario hasta obtener dos estrellas Michelin en 2015. Relató su trayectoria, marcada por la perseverancia y la disciplina, y citó a su colega Marco Pierre White: “Cuando uno tiene un sueño también tiene la responsabilidad de hacerlo realidad, sino uno se convierte solo en un soñador”.

El evento concluyó con la tradicional ofrenda floral y la presencia de las figuras emblemáticas del Rei en Jaume y Abu Yahya, así como los gigantes Rei Jaume y Reina Violant, que enriquecieron la celebración con su simbolismo histórico y cultural.