Garito revive su espíritu nostálgico en Es Jardí

Garito: Revive su espíritu nostálgico en Es Jardí

Ayer volví a experimentar sensaciones de tiempos pasados gracias a la fiesta del Garito. Es un privilegio haber nacido en el siglo XX y haber podido disfrutar de estilos, ritmos y músicas que aún perduran. Honestamente, creo que gran parte de la música actual carece de calidad.

Descubrí el Garito a finales de los 70, cuando aún no tenía edad ni para beber ni para comprender del todo en qué me estaba metiendo. En más de una ocasión, por ser un joven travieso, fui invitado a abandonar el bar.

Íbamos en grupo, nos gustaba sentarnos en la parte superior, cerca de la ventana, desde donde teníamos una vista panorámica del local. Disfrutábamos de la buena música y bebíamos lo que podíamos permitirnos. Nunca fui asiduo ni del Corbmarí ni de Villario.

Ya en los 2000, regresé al Garito. Todo, incluso yo, había cambiado. Bueno, casi todo: seguía habiendo buena música y una terraza que me parecía desaprovechada. Me encantaban sus tardes, viendo caer el día entre los mástiles del Club de Mar. La noche era un espectáculo, con los ritmos de Kiko Navarro y la omnipresencia de Nacho Velasco.

Aquellos que hemos crecido con los ritmos de Javi Colors, Pedro Troz, Jose de Divina y otros, sabemos apreciar el buen hacer de un DJ: sus cambios de ritmo, sus bases, sus fondos, sus melodías y sus mezclas.

Desafortunadamente, hoy en día hay demasiados aficionados que se creen DJs solo por combinar una lista de Spotify.

Otra característica de mi querido Garito era su público mayoritariamente local, a diferencia de otros locales en Gomila o Magaluf, que prefieren ser referentes en el turismo extranjero.

Ayer, en Es Jardí, volví a revivir emociones, a bailar y a ver que Kiko tiene un sucesor en Hugo, además de disfrutar del incombustible Nacho Velasco. La mayoría de los asistentes a la fiesta, por edad, no conocieron este referente de la noche palmesana. Ayer no había tribus definidas, minifaldas con botas hasta las rodillas, despedidas de soltera, cincuentones en short… solo buen rollo y muy buen ambiente.

Es una buena iniciativa de Es Jardí dar espacio a promotoras mallorquinas como Sentados en el Techo o Panela!. Es una lástima que Garito ya no tenga un lugar físico donde prolongar las sensaciones de ayer, pero es lo que hay. Hemos vendido la isla en pedazos, hemos perdido nuestra identidad, nuestro comercio, nuestras calles, nuestros bares, y ahora nos quejamos. Como un pardal soleat.

Tino Martinez

Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit, sed do eiusmod tempor incididunt ut labore et dolore