Diana Orving (1985), que ha expuesto en el Gothenburg Museum of Art, la galería Tempesta de Milán y en el Institut Suédois de París, entre otros espacios del continente europeo, trabaja con esculturas y pinturas textiles, combinando telas y relieves escultóricos con óleos. Su estilo reflexiona sobre temas como la maternidad, el origen, la protección y la disolución del yo.
Magical thinking, su primera exposición en España, indaga en la impermanencia del tiempo a través de capullos de seda que guardan deseos secretos. En estructuras textiles que funcionan como organismos autónomos, la artista se mueve entre conceptos que dialogan entre sí: vulnerabilidad y protección, fortaleza y fragilidad, tierra y raíz. ‘Mi sensación es que me convierto en un instrumento. No tengo una regla fija sobre cómo debo ir desde el punto A al punto B. No sé de antemano qué forma va a coger la escultura, pues no dibujo nada previamente, le doy forma con mis manos mientras trabajo’, afirma sobre su proceso de creación.
Entre las obras que conforman Magical thinking destaca ‘Fragmentos de un árbol’, para el que la artista sueca se ha inspirado en el olivo centenario de la Plaça de Cort. ‘Es fascinante perderse en sus laberintos. ¿Qué provocó la torsión del tronco hasta alcanzar estas proporciones?’ se pregunta Orving, que ha creado su propio árbol dentro de la galería con tela arpillera.
P Gallery (Plaça de Cort, 3) abrió sus puertas hace un año y ha acogido hasta la fecha las exposiciones The palace of Sant Feliu de Anne Nyblaeus, Beyond Beauty de Karin Alfredsson y, la más reciente, Baroque, de Matthias van Arkel. En una apuesta por traer a Palma la obra de artistas escandinavos consagrados y emergentes, sus fundadores exploran propuestas artísticas contemporáneas, particularmente la fotografía, la pintura exploratoria y la escultura.