El Ministerio de Cultura ha dado a conocer el inicio de un proceso participativo destinado a la creación del Plan de Derechos Culturales, una iniciativa considerada como prioridad en su línea de actuación. Este anuncio fue realizado hoy por el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, acompañado por la directora general de Derechos Culturales, Jazmín Beirak, durante la presentación de la hoja de ruta del plan en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza. También estuvieron presentes las coordinadoras de dos de los grupos de trabajo que colaborarán en la elaboración del plan: Beatriz Barreiro, profesora de Derecho Internacional Público en la Universidad Rey Juan Carlos, y Dagmary Olivar, investigadora y gestora cultural.
Ernest Urtasun destacó que el Plan de Derechos Culturales debe ser un proceso de escucha y diálogo, permitiendo a los ciudadanos sentirse partícipes de algo común. Subrayó que los derechos culturales son dinámicos y se construyen de manera gradual y colectiva. El ministro afirmó que la apertura de este diálogo posicionará a España a la vanguardia en derechos culturales en Europa.
Por su parte, Jazmín Beirak explicó que hablar de derechos culturales permite cambiar la concepción de la cultura y su relación con la sociedad, viendo la cultura como una práctica social esencial para el desarrollo humano integral, más allá de ser un mero producto de consumo. La directora general subrayó la necesidad de repensar el papel de las instituciones públicas, viéndolas no solo como proveedores de servicios culturales, sino como facilitadoras que crean condiciones para el desarrollo del tejido cultural.
La metodología para la elaboración del plan se basará en la colaboración y la diversidad de perspectivas, integrando aportes de expertos, sociedad civil y agentes sectoriales. El proceso contará con coordinadores y dinamizadores para asegurar una participación inclusiva y efectiva.
Diversas entidades culturales, expertos e instituciones gubernamentales, así como ciudadanos, contribuirán al contenido del plan en el análisis inicial y en la generación de propuestas concretas. Se contará también con la Conferencia Sectorial de Cultura para canalizar las aportaciones de las Comunidades Autónomas y se realizarán encuentros sectoriales y territoriales en ámbitos como el cine, teatro y música.
El plan
El plan se estructurará en trece ejes temáticos: desarrollo local y comunitario, educación y cultura, mediación cultural, igualdad de género, diversidad étnico-racial, diversidad lingüística, discapacidad, desigualdad, cultura intergeneracional, sostenibilidad, derechos digitales, evaluación de políticas culturales y adecuación normativa, buenas prácticas y gobernanza.
Beatriz Barreiro, coordinadora del grupo de trabajo sobre adecuación normativa, buenas prácticas y gobernanza, señaló que el plan buscará ubicarse dentro del marco del derecho internacional, permitiendo a España cumplir con sus obligaciones internacionales en materia de derechos culturales, tal como establece el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales ratificado por España.
Dagmary Olivar, coordinadora del grupo de trabajo sobre desigualdad, destacó que la participación será la clave en la elaboración del plan, involucrando a diversos agentes culturales, sociales y comunitarios de todo el país.
La hoja de ruta prevé un desarrollo del plan a lo largo de un año, con fases de diagnóstico, formulación de propuestas, redacción y revisión, esperando presentar el texto definitivo en mayo del próximo año. El Plan de Derechos Culturales será presentado en el foro internacional de cultura Mondiacult 2025, impulsado por la UNESCO y que se celebrará en Barcelona a finales del próximo año.
Este plan, instrumento clave del Ministerio de Cultura, detallará las acciones que se emprenderán en el ámbito de los derechos culturales, integrando un diagnóstico de la situación actual, la identificación de objetivos específicos y las medidas concretas para su cumplimiento. El objetivo principal es garantizar el acceso y disfrute de la cultura en igualdad de condiciones, promoviendo la diversidad cultural y protegiendo los derechos de los creadores y trabajadores del sector.