“Vendrán a detenerme a media noche”, obra del poeta y cineasta Tahir Hamut Izgil, presenta un crudo testimonio sobre la persecución del pueblo uigur por el Gobierno chino. Desde 2017, esta represión ha alcanzado dimensiones alarmantes, revelando el férreo control ejercido por un Estado totalitario sobre sus ciudadanos. Los uigures, un grupo étnico predominantemente musulmán y de lengua túrquica residente principalmente en Xinjiang, en el noroeste de China, son víctimas de una sistemática violación de derechos humanos bajo un sofisticado sistema de vigilancia.
El libro narra cómo Izgil y su familia lograron escapar de China. En 1996, tras un intento fallido de viajar al extranjero, Izgil fue detenido, torturado y encarcelado durante tres años en un campo de reeducación. Dos décadas después, la detención masiva en campos de internamiento se convirtió en una práctica común, obligando a Izgil y su esposa a huir del país.
A pesar de la narración contenida y serena, el texto transmite la frustración e impotencia ante el hostigamiento político, el miedo y la incertidumbre por la arbitrariedad de las detenciones policiales. Izgil describe cómo dormía vestido para evitar el frío si era detenido en pijama, destacando la omnipresencia y omnipotencia de un Gran Hermano tecnológico que parece saberlo todo.
“Vendrán a detenerme a media noche” es uno de los pocos testimonios sobre la situación en Xinjiang durante la última década. Es esencial para comprender uno de los conflictos étnicos y políticos más graves de nuestro tiempo y advierte sobre el uso de la tecnología por gobiernos antidemocráticos para coartar derechos fundamentales.
El libro, publicado por Libros del Asteroide, estará disponible en librerías el 27 de mayo. Izgil, nacido en Kashgar, China, en 1969, es uno de los poetas más destacados en lengua uigur y ha trabajado como director de cine en Xinjiang. Sus poemas han aparecido en The Atlantic y The New York Review of Books. “Vendrán a detenerme a media noche” ha sido galardonado con el National Book Critics Circle John Leonard Prize y considerado uno de los libros del año 2023 por The New York Times, The Washington Post, The Economist y Time. Actualmente, Izgil reside cerca de Washington D.C.
Los uigures, mayoritariamente musulmanes y de habla túrquica, tienen una cultura similar a la de las comunidades de Asia Central. Aproximadamente 12 millones de uigures viven en Xinjiang, representando el 45% de la población local. Xinjiang es una región estratégica con un tercio de las reservas de petróleo, carbón y gas de China, produce el 20% del algodón mundial y es un punto clave en las comunicaciones terrestres entre Europa y Asia.
A principios del siglo XX, tras décadas de disputa entre los imperios británico, ruso y chino, los uigures declararon brevemente la independencia de su territorio, Turquestán Oriental. Sin embargo, en 1949, el área pasó bajo control de la China comunista, que promovió una migración masiva de personas de etnia han, mayoritaria en el resto del país, para dominar el territorio. Desde entonces, la represión hacia los uigures ha sido constante, intensificándose desde 2017.
Informes de Amnistía Internacional y de las Naciones Unidas documentan el encarcelamiento masivo, la tortura y la persecución sistemática por parte de las autoridades chinas, considerados crímenes de lesa humanidad. Se estima que más de un millón de personas han sido detenidas arbitrariamente en campos de internamiento y prisiones en Xinjiang en los últimos años.