La primavera en Mallorca ha sido artística, a través de diferentes eventos de arte alrededor de la isla, algunos llevados a cabo por Art Palma Contemporani, que concluyen pronto, pero aún hay tiempo para dar un recorrido por las galerías. Se acercan nuevas inauguraciones para dar la bienvenida al verano con el evento “Art Palma Summer” el próximo seis de junio.
Ha sido un verdadero privilegio recorrer los diferentes espacios, para adentrarse en el universo de cada artista. Hoy quiero compartir mis impresiones de algunas de las exposiciones, y no dejar pasar la oportunidad para animarlos a visitar las galerías.


“Terrain Vague” de Tomás Pizá en la galería Xavier Fiol, ha capturado mi atención. Las representaciones de fragmentos de fachadas, vergas o palmeras, las relaciono con diferentes edificaciones en Palma, aunque la serie pictórica representa lugares del Barri de la Pau (Barcelona). En la obra se ponen de manifiesto las consecuencias del avance económico, la gentrificación y los márgenes urbanos desdibujados, donde a pesar de la desaparición de lo que un día fueron, aún quedan huellas en la memoria de sus habitantes. Tomás Pizá toma todos estos lugares, localizando ciertas áreas y los transfiere a la pintura, dándoles una visibilidad, y provocando una reflexión para crear nuevas oportunidades.
Y, precisamente aquí en Mallorca hay innumerables lugares que un día tuvieron pertenencia, ya sea de una familia, o una fábrica de un producto local, de pronto un taller artesanal, o indudablemente la iglesia que reunía la comunidad. Son lugares que pasan desapercibidos y se vuelven comunes para muchos que habitan la isla, pero sobre los cuales se conserva la esperanza que volverán a ser habitados. La vida de hoy nos lleva tan rápido, que cuando caminamos las calles de Palma o recorremos sus carreteras que unen los diferentes pueblos de la isla, encontramos edificaciones en aparente abandono, pero no nos detenemos a observarlas, se vuelven indiferentes a nuestra retina. Siempre me pregunto y trato de averiguar por esos lugares que encuentro a mi paso, “vacíos” “en abandono” como testigos del pasado que habitan la ciudad, con una belleza que me lleva a imaginar nuevas oportunidades para estos “Terrain vagues”, esta capacidad de tener una mirada arquitectónica que desemboca en el arte, es la característica que hace más enfática la obra de Tomás Pizá.

El artista Pep Girbent presenta “Recent Paintings” en la galería Pelaires, con pinturas que me atraparon inmediatamente. Una vez entré en la sala, pensaba que estaba frente al escenario de una obra de teatro o tal vez como si estuviera en una sala de cine. En cada cuadro podía ver el movimiento y el gesto de los personajes, el sonido que acompañaba la escena, hasta podía imaginar el olor, las emociones, una pintura potente que te lleva a escenas que crees haber visto en algún momento de la vida cotidiana, en la calle, en un libro de historia del arte, en una película, o sacada de un párrafo de una novela; son pinturas que desvelan un instante de una situación. Girbent sorprende con su libertad en el lenguaje pictórico, la sutileza de cada pincelada, la luz, las atmosferas, los detalles, corroborando una vez más que la pintura nos puede trasladar a una realidad impertinente, por lo íntima. Habría que revisar también el origen de la conceptualización de la obra pictórica como un escenario, una puesta en escena. Una fotografía puede capturar una escena muy personal, una película puede intentar recrearla lo más fiel posible, una pintura puede salirse de la realidad tanto como la ciencia ficción del cine, o puede llegar a ser tan descarnada, y rutinaria que nos incomoda, porque en nuestro interior hay la búsqueda de un ideal, el equilibrio estético, una armonía; en un contexto emocionalmente claro, lúcido, donde no habita el desasosiego, la tragedia, el error.

La escultura también hace presencia en esta temporada, en la Galería Kewenig, los artistas Paloma Varga Weisz y Heinz Ackermans, presentan un diálogo a través de las esculturas, la pintura y obra sobre papel. Paloma Varga Weisz, ha sido para mí un descubrimiento placentero, sus esculturas nos llevan a imaginar otras realidades, con unos personajes que conmueven, algunas con un acabado dorado o plateado, opulento, y otras talladas virtuosamente en madera al natural. Son personajes con una mirada que cautiva y que dialogan con el visitante, como si contarán una historia. Sus poses y la plasticidad de los cuerpos, conmueven por su belleza y por la tranquilidad que trasmiten. El recorrido por la exposición nos lleva también por las obras de Heinz Ackermans, con grandes pinturas en yeso, resina y pigmentos de color, que hacen que nuestra mirada se detenga para apreciar cada detalle, llevándonos sutilmente a un imaginario de personajes mitológicos y de ahí pasar a sus grandes esculturas en resinas que dejan pasar la luz dotándolas de misterio, enigmáticas, que parecen que aún no están terminadas, donde se puede apreciar la talla, la fragilidad y a la vez su fuerza potente, por lo robustas, cuerpos que parecen diluirse en su forma y nuevamente te encuentras con unos personajes que te seducen a imaginar una historia. Es una muestra que está cargada de memoria, de imaginación, del descubrimiento, a través de los diferentes materiales, que los artistas trabajan de manera virtuosa.


Podría seguir escribiendo sobre las otras exposiciones, pero les motivo a que ustedes mismos se sorprendan, recorriendo las galerías y conociendo las diferentes propuestas de los artistas. Para tener en cuenta las galerías y espacios que hacen parte de Art Palma Contemporani les dejo esta lista: ABA ART LAB, BARÓ, CCA Andratx, Galería Fermay, Galería Fran Reus, KEWENIG Palma, LA BIBI, L21 Gallery, Maior Pollença, Galería Pelaires, Pep Llabrés Art Contemporani y Galería Xavier Fiol.